Alguien hoy me pregunto: ¿Como era
trabajar para Berta cuando estabas en Intibuca?...Pensé un rato y le dije:
"Nunca trabaje para ella, trabajaba con ella. Berta era una hermana, sin
duda una lidereza irremplazable, pero jamás una jefa, Berta era una compañera,
ella no comía si vos no comías, ella te arropaba si tenias frió en las
montañas. Duele, esto duele."
La oscuridad nos abrazaba un día antes
de su próximo cumpleaños, cuando a eso de la 1 de la madrugada se dejaron oír las
primeras voces que anunciaban el asesinato por parte de sicarios contra
Berta, si contra esa valiente mujer que freno al Banco Mundial y a la gigante
compañía Sinohydro, que es
la constructora de represas mas grande y poderosa en todo el globo. Ella
en compañía del digno pueblo lenca, comprobaron que la defensa de
los bienes naturales puede ser mucho mas que una utopía, si es que la bandera
se eleva con suficiente con convicción, compromiso y beligerante lucha
Berta Cáceres era combativa pasión, para muchos la imagen
política mas integra del movimiento social y popular en las ultimas dos
décadas, una mujer que marcaba la diferencia por su profundo compromiso e
intachable conducta, absolutamente congruente con la revolución que profesaba
con sus palabras. Pasos de una guerrera comunidad tras comunidad, sencillez y
empoderamiento. Defensora de la vida, la libertad, la tierra, la alegría, las
mujeres, las raíces y la diversidad.
El asesinato de la compañera Berta
representa la inminente criminalización de la lucha social del pueblo
hondureño. El legado en construcción de nuestra hermana se miraba
amenazado hace muchos años, el premio Goldman recibido en Abril del 2015 es un
pequeño ejemplo que condensa una vida dedicada a la rebeldía contra el terrorismo
ejercido por parte del sistema capitalista contra nuestros pueblos y por ende
contra nuestra libertad. Aun cuando el estado de Honduras y el cerco mediático
han querido silenciar este crimen de horror, la comunidad internacional y la
ciudadanía de Honduras reconoce el asesinato de Berta como un hecho ligado
directamente a lo político y en protección de los intereses de los grupos
económicos interesados únicamente en sacar millonarias ganancias a costa de la
salvaje explotación de nuestra madre tierra sin importar las consecuencias que
conlleve. Oponerse a un proyecto hidroeléctrico como el de Agua Zarca significa
estar en contra de la inundación, contaminación, enfermedad y muerte de
nuestras comunidades, implica exponer tu vida a la voluntad de sicarios y
paramilitares, te sindica a ser enemigo de los que quieren todo para ellos y
nada para todos. La defensa del Río Gualcarque es la defensa de la
vida misma, estas aguas son sagradas e indispensables para la supervivencia de
los indígenas en occidente.
El pueblo hondureño y en particular el
pueblo lenca condena el asesinato político de la compañera Berta Cáceres, quien
hoy nos acompaña con su espíritu inmortal, nos querían callar y nos llenaron de
rabia, nos querían asustar y nos llenaron de valor, querían que
la olvidáramos y hoy adorna nuestras banderas, paredes
y camisas. El pueblo hondureño exige inmediato esclarecimiento de este
asqueroso asesinato, una investigación imparcial, no racista y por supuesto el
máximo castigo para los autores materiales e intelectuales responsables de la
muerte de la hermana. La matria hondureña llora incansablemente la
ausencia de Berta hija de Lempira, lidereza irremplazable.
Lic. Alexandra Suazo-Bonilla
Comunicadora Social y Pública
Tegucigalpa, Honduras.
a continuación una galería de fotos del heroico pueblo de Honduras en lucha junto a Berta Cáceres y en su despedida. HLVS Berta.